Nunca

Una acuarela, pinta el mundo en un instante de un tono morado, que por alguna razón, a muchos habla de vida.
En un día de primavera, las consciencias comenzaron a despertar, siguiendo el ritmo marcado por nadie más que la caricia del sol.
 Los que nunca habían visto tantos corazones unidos, enmudecieron ante dicha visión tan peculiar.
Juraron que la oscuridad sería suficiente para que ellos jamás decidieran hacer a un lado sus diferencias por un instante.
Aunque todos eran distintos, en un momento, todos sus corazones se volvieron en un sólo latido.
Que ninguna voz se pierda en el vacío de un mundo que parece estar a punto de ser devorado por el temor.
Aunque no hay cáncer que sane en un cuestión de un breve día, nunca es demasiado pronto como para empezar.
Nunca es demasiado tarde para levantar la voz por aquellos que no lograron ver la luz del nuevo día.
Nunca es demasiado pronto para tratar de sanar las viejas heridas que el odio dejó tatuadas sobre la piel, vayan despareciendo poco a poco.
Incluso el más herido desierto, puede volver a la vida si se le brinda el líquido vital por el que su alma grita.